Apnea del sueño en niños
Durante el sueño, los signos y los síntomas de la apnea del sueño en la edad pediátrica pueden incluir los siguientes:
- Ronquido nocturno.
- Pausas en la respiración.
- Sueño intranquilo.
- Resoplidos, tos o ahogo.
- Respiración por la boca.
- Enuresis nocturna.
- Terrores nocturnos.
Durante el día, los niños con apnea del sueño podrían presentar lo siguiente:
- Mal rendimiento en el colegio.
- Falta de atención.
- Dificultad en el aprendizaje.
- Trastornos del comportamiento.
- Poca ganancia de peso.
Causas
La causa más frecuente en niños es la hipertrofia de amígdalas y vegetaciones. Sin embargo, otros factores como la obesidad, las anomalías craneofaciales o los trastornos neuromusculares van a ser fundamentales.
Factores de riesgo
Además de la obesidad, otros factores de riesgo para la apnea pediátrica del sueño incluyen:
- Síndrome de Down.
- Anomalías en el cráneo o la cara.
- Parálisis cerebral.
- Enfermedad de células falciformes.
- Enfermedad neuromuscular.
- Peso bajo al nacer.
- Antecedentes familiares de apnea obstructiva del sueño.
Comlpicaciones
La apnea obstructiva del sueño pediátrica puede tener complicaciones graves, entre ellas:
- Retraso en el crecimiento.
- Problemas cardíacos.
Diagnóstico Apnea del sueño en niños
- Exploración otorrinolaringológica: la presencia de hipertrofia adenoamigdalar u otras anomalías craneofaciales pueden afectar a la amplitud de la vía respiratoria superior. A veces es útil la grabación con el móvil de un vídeo del niño durmiendo. La nasofibroscopia en estos casos es fundamental.
- Polisomnografía: es un estudio que se realiza durante el sueño y permite evaluar cuantitativamente las alteraciones ventilatorias y estructurales del sueño, dando, por tanto, información sobre si es un SAOS y su gravedad.
Tratamiento de las amígdalas en niños
La adenoamigdalectomía, o extirpación quirúrgica de las amígdalas y las adenoides, es el tratamiento más habitual y más eficaz en los niños con SAOS, consiguiendo la desaparición de los síntomas en la mayoría de los casos. Como alternativa a la extirpación total de las amígdalas está la reducción (habitualmente con radiofrecuencia) y la extirpación parcial (amigdalotomía con láser o bisturí eléctrico), aunque no se han encontrado diferencias significativas en cuanto al dolor ni al sangrado postoperatorio.
Cuando el resultado no es satisfactorio y no se consigue reducir significativamente el número de apneas, el tratamiento con CPAP (respirador que suministra presión positiva) es fundamental. Esto ocurre generalmente en niños con malformaciones craneofaciales graves u obesidad importante.