Patología y tratamiento de la Disfonía. Indicadores incapacidad Vocal
Existen múltiples enfermedades que afectan a las cuerdas vocales y al resto de la laringe provocando disfonía (ronquera) e incluso disnea (dificultad para respirar). Tenemos dos grandes grupos; las disfonías funcionales, que son las más frecuentes, no aparece lesión en los órganos fonatorios ya que se debe al abuso vocal (hablar excesivamente o con elevada intensidad, gritar, carraspear, toser intensamente, forzar la vocalización, cantar con una técnica incorrecta, la exposición a humo del tabaco o a gases nocivos, alcohol, etc.). Las disfonías orgánicas, son debidas a lesiones en las cuerdas vocales, algunas de ellas son benignas (nódulos y pólipos -los más frecuentes-, edema de Reinke, quistes congénitos, sulcus, granulomas, etc.) y otras premalignas (como las leucoplasias) o malignas (cáncer de laringe).
Los tres pilares del tratamiento de la disfonía son: medicación, rehabilitación y cirugía. Además de las medidas preventivas. Cuando los dos primeros fracasan o nos encontramos ante lesiones premalignas o malignas, la microcirugía endolaringea o MEL, es la técnica que nos va a permitir el abordaje de la laringe, a través de la boca y sin incisiones externas, para tratar dichas patologías mediante microinstrumental o con láser CO2. Se realiza bajo anestesia general y tiene una duración variable según la patología, pero normalmente es corta. El objetivo final es la restauración de la voz. La implicación del paciente y un buen entendimiento de su patología y repercusiones, son imprescindibles.
Por ultimo, es importante recordar que debe acudir al ORL cualquier persona que presente una alteración de la voz de más de 2 semanas. Además, los profesionales de la voz (cantantes, actores, locutores, etc.) deberían realizar al menos una revisión anual.