Quistes y fístulas cervicales
Se presentan como masas lisas más o menos redondeadas, fluctuantes, blandas e indoloras y con cierta movilidad lateral. Hay que establecer el diagnóstico diferencial con adenopatías, lipomas y otras masas cervicales. Tanto las fístulas como los quistes branquiales pueden infectarse, crecer y comprimir estructuras vecinas. Cuando ocurre esto debe tratarse con antibióticos antes de realizar un tratamiento definitivo. Su malignización es rara, aunque posible. Debemos completar la exploración con una punción aspiración con aguja fina y pruebas de imagen.
El tratamiento es siempre quirúrgico, bajo anestesia general, se realiza una incisión transversal siguiendo un pliegue de la piel del cuello y se extirpa en su totalidad.