Las masas cervicales son problemas que se presentan con frecuencia tanto en los niños como en los adultos. Algunas son congénitas (presentes al nacer) y aparecen como resultado de la formación anormal durante el desarrollo embrionario. Algunas no se descubren hasta que su tamaño se incrementa y producen dolor. La mayoría de masas cervicales son benignas. Las masas cervicales malignas son menos frecuentes, pero ocasionalmente se diagnostica por la masa cervical una enfermedad de Hodgkin o no Hodgkin, ambos cánceres del sistema linfático, ya que el sitio más común son los ganglios linfáticos que se encuentran en el cuello.
Tumores o masas cervicales
Es importante la historia natural de la tumoración y su velocidad de crecimiento, así como la impresión tras la palpación (dura, móvil, dolorosa o no, calor, rubor o enrojecimiento, etc.). Generalmente es necesario un estudio complementario de la masa para obtener un diagnóstico preciso del tipo de masa cervical y el compromiso de otras estructuras y tejidos del cuello. El tratamiento depende del tipo de masa, la presencia de infección y, a menudo, es necesario recurrir a una cervicotomía o cirugía para extirpar la masa.
Por todo esto, si nos encontramos bultos debajo de la mandíbula, a los lados del cuello, en la parte posterior del cuello, en las axilas o en la ingle, sin clínica infecciosa asociada o persisten más grandes de lo normal, incluso después de un tratamiento médico con antibiótico y/o antiinflamatorios, debe consultar con su otorrinolaringólogo.